El Juzgado 5° de Sentencia de San Salvador encontró culpable a Arévalo Rivera, quien simulaba dedicarse al oficio de la brujería para comercializar estupefacientes a clientes que atendía y visitaba, condenándola a 10 años de prisión por distribuir drogas en los municipios de San Jacinto, Mejicanos, Ciudad Delgado, Apopa y San Miguel.
La captura de la tía se dio en el municipio de Cuscatancingo en Abril de 2016, cuando agentes de la PNC de la división Antinarcóticos (DAN) allanaron la casa en donde residía y mantenía su negocio.
Al momento de su captura se le encontró dinero, artículos de santería como: imágenes de la santa muerte, velas, licor, puros y 60 porciones de cocaína; las cuales ofrecía a sus clientes.
La criminal ostenta el cargo de la mayor distribuidora de drogas del país en el 2016.
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